sábado

Herida abierta

¿Te llenarán de miel,
tajo que atraviesas
desde de mis pies
a mi boca en espera?
Agua dulce: ven, humedece
el desierto de mujer
que, por tu naciente, vuela.
¿Dónde tu cauce que envuelve?
Ven y, en cada vuelta de la vida,
haz que sienta
la puntada que cicatriza,
el hilván que cierra.
Pues, ya no sé recordar
la palabra que lastima
y aquella que he de amar
para no morir de pena.

2 comentarios:

Eduardo Roberto dijo...

¡Cuanta ternura, cuanta dulzura y nostalgia Mujer! No se que decir. Un justo comentario serían estos versos que encontré sin buscarlos.

“Mi sono spesso domandato e non ho trovato risposta
da dove venga la dolcezza e il bene
nemmeno oggi lo so... e ora devo andare.

Mas de una vez me he preguntado y no he hallado respuesta
de donde tienen orígen la dulzura y el bien
ni siquiera hoy lo se... y ahora tengo que irme.

Gottfried Benn (Gente encontrada)

!Hermosa Ceu!, mi admiración

Céu dijo...

Qué hermoso versos,
una reflexión... en pregunta, cierto?

creo que es humano el tejido
y los hilos están hechos
de la miel
de emociones
que nos permitimos sentir
y hacer sentir

un abrazo,
estás construyendo un puente
precioso,

gracias tus palabras!!

No copie, use la imaginación...

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