Ellos
Los que sueltan su esencia
de los que canta, asombro,
la prodigiosa lengua
Son el viento que llora
por la vida fatal que les consume.
Maldito frío que se vuelve puñal
en los labios vaginales de la prostituta callejera.
Maldita orfandad que cobija las calles de humanidad desnuda.
Maldito espectro de mueca
que se asoma al cristal
donde se desdibujan las frustraciones irreparables
con maquillaje.
Ahí, con las miradas quebrando las distancias de las puertas cerradas
todo una selva aguarda
para saciar la vida.
Y así el canto.
La prostituta en "La Morgue"
el criminal sin cuello, desangrado,
y el esperma esperando de otra noche
absurda y sin condón
para recrear de nuevo
las marionetas de los textos literarios.
1 comentario:
visceral y dolorosa, hace mal, pero es poesia.
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