Sé que me quieres,
y que huyes...
y que vuelves...
Esa mirada tuya,
evapora:
Habla.
La navidad te trae entre sus vientos congelados
con tu lengua presta al confesionario.
Abres la boca frente a las brasas
y, entre las flamas,
danzan tus secretos.
Cuerdas son tus sentires;
es madera el latir enamorado.
El palomar tiene campos llenos de plumas.
Desnudos:
semen... semilla.
Tierra que florece en invierno
y se marcha sin frutos en verano.
El agua...
por algún lado
tiene planeada su benigna lluvia.
Mi capullo se borda con un eco:
Sé que me quieres
y que huyes...
y que vuelves...
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