Con perfume a vainilla,
ruido de risas y juegos,
sabor a hierbabuena y miel,
pasaron los días de mi infancia
envueltos en tiernas caricias.
La fragancia de las rosas
que exhalaba el primer amor,
la música que lo evocaba y
los versos que lo describían,
embriagaron mi adolescencia.
Mi juventud me descubrió
el vaho a pino que acompaña a la libertad;
me regaló el susurro de los halagos,
el calor de la amistad
y el amor eterno.
Luego, en el jardín de pensamientos y cipreses,
arropada por el efluvio de los jazmines,
derramaría caudales de ríos salados,
cuando de tantos de mis afectos
fui desposeída.
Hoy, al evocar los aromas de mi vida,
intuyo que ha sido el olor del mar
el que, en una noche de luna llena,
te ha traído hasta aquí para cerrar mis heridas,
con la muda promesa
de vivir y morir
como una sola alma
2 comentarios:
tu vida es como un poema de amor , un poco de candor,un poco de libertad,muchos amigos, algunas lagrimas, y el amor eterno....
como una sola alma,.una sola, unica e infinita.
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