domingo

Madrid o viceversa, por Cefalorraquídeo

...
...
Luces en el horizonte.

Realidad irrealizada. Además realidad.
Paredes de arena, golpes de tuerca.
Carreteras, helicópteros o ciclomotores.
Paradas rápidas entre señales.

Estancia diurna ante una casa
Futuro cercano, futuro inminente.
La puerta de Alcalá, la calle del Carmen.
Ligera niebla, ligero sol.
Pesada verborrea de estancias
que si Gran Vía, que si Iglesias o Rubén Darío.

Realismo disperso en dos días inconscientes.
o el letargo de la fantasía poco habitual.

Entrada triunfal a la Puerta del Sol.

Ayer o mañana no sabía o sabré
si venderme o comprarme,
si callarme o sincerarme
exponiendo asociaciones venidas a más.

Ayer o mañana no sabía o sabré
si podía o podré
acabar con el pánico a la inmortalidad.

Ayer o mañana no sabia o sabré si
podía o podré ir a tu casa en Callao.

Silence please.
José Segundo Cefal
(poema premiado Ene.2009 en Mundo Poesía)

Superviviente piel (the dicephalic poet)

.....
.....
persona caminando
superviviente piel

Escenifican las hojas una desarticulada obra.
La de siempre.

No me asustan mis oscurecidos silencios.
No me asusta navegar.
Me asusta flotar o estar anclado más allá de
mi deslomado orden.
De mi desarticulado instinto paralítico.
....
....
José Segundo Cefal 
publicación original: 02 dic 2008 

viernes

Vamos todos a la casa del señor

Me gusta Londres, Oh yeah!
Me gusta el río Támesis.
Me gusta el Big Ben
Que venga Londres a verme.
Granizan trozos de Londres sobre los biblias
y vomitan intestinos coagulados de ratas infectadas por microbabosas disfrazadas de sacerdote.

Me gusta Paris Oh la la
Me gusta el río Sena
Me gusta la torre Effiel
Que venga Paris a verme
Los vientos del norte arrastran Paris y sus perfumes
Hasta los cálices llenos de seso y sangre
que mantienen calientes esos mismos sacerdotes.

Me gusta tu casa señor,
Me gusta la casa del señor,
Vamos todos a la casa del señor.
Dejemos nuestro más sincero presente.


José Segundo Cefal

-Cefalorraquídeo-

Esta cama



Estás apartado mientras voy atada
seccionando pistas invisibles olor café
donde vago sin ti en el rastro hojalata
de un pasado que busca huellas profanas
en la soga astillada de esta cama que golpeé
y aún arde sin saber que es gubia muerta de frío
pues tus labios ya no la buscaron lamer.

Heredero de mi amante


Entre tus cejos de fuego
ruego a sed intensa ante las rejas
de estas fauces que has tatuado.

Arenques muertos,
canela y polvo;
sal y esqueleta.

Vegeto meciendo la maldita ocurrencia
de ser fiel a la carne sin perder conciencia.

Yo te imploro, Satán de impaciencia,
me llenes la vulva de infierno, indecencia.

Quiero en tu cola ser sacrificio,
primavera al ocaso, otoño alterado…
Y arrullarme en tus alas, cordero.

Viento en tus ojos, amante…
De mis ganas prisionero,
ínfimo y cruel, devastante;
implacable a mi sexo, perdido…

En invierno alimento tu muerte
acatando obituarios sombríos;
darte vida, sin duda ese hijo
que lleve tu nombre adherido en mi sangre.

Eterno oasis, rebelión paladeante
y umbrío sonoro, heredero,
reinando cadente la rueca punzante.


miércoles

Jesucristo era gay ( por José S. Cefal)

Está escrito que era un buen hombre
porque convirtió el agua en vino
y eso es algo que dice mucho de un hombre.
También dicen que trabajaba
de repartidor de panes y peces
y que era gay.

Se unió a un grupo de hombres
que se llamaban “los apóstoles”,
dos o tres de ese grupo también eran gays.
Salían bastante a cenar y a tomar copas,
iban a bares de ambiente gay
porque Jesucristo era gay.

Luego las cosas se liaron y lo crucificaron.
Su madre lloró mucho.
Ella siempre lo había aceptado,
era una mujer moderna
que creía en el amor libre y fumaba María.

Luego pasaron muchos años
Jesucristo fue muy famoso,
incluso le hicieron una opera-rock.
Los gays siguieron con sus cosas
y se hicieron muchos chistes sobre ellos.

Evidentemente cefalorraquídeo
espera que nadie se ofenda
por decir que Jesucristo era gay.
Por qué supongo que no consideras
que tenga nada de malo ser gay.
¿verdad?

¿O eres homófobo?

A mi la verdad me da igual,
pero en lugar de tantas poesías
de dios y estrellitas,
¿por qué no miras a tu alrededor?

Pues nada, lo que decía,
te pongas como te pongas,
Jesucristo era gay.


José Segundo Cefal
02-dic-2008
(Esta versión fue editada por José Abr.2009)

viernes

Lágrimas... espermas

Lágrimas o semen
E
V
A
P
O
R
A
N
atenuados
s e d i s u e l v e n

Lágrimas matizadas de fricción…
¿semen o dolor?

Quejidos graduados, musitados;
desprendidos o sostenidos.
Tartamudos entre la súplica
que es apelada pero asequible.

Implícitas gotas que se derraman
entre el contento y el sollozo…

Y en el estambre de la querella
acosa el llanto, se teje la súplica,
renacen lamentos.

Resurrectas lágrimas mutantes
de sollozos enchapados,
adyacentes a la ingravidez.

Devoradas por las fauces que lamieron tus gotas
¡son sangre indemne!
accidentada en mis pezones encogidos…
ya tan obvios
tan húmedos
tan evidentes.

Enjuagados de ti.

El día en que la ciudad calló

Esa tarde de viento helado, escarchas, huesos;
el bullicio citadino rugía como aspas y tieso.

… entre tanto, nuestras gélidas palabras.

Fue así, serena dama, que tomé tus manos
y poniendo la izquierda aclarada bajo mi falda
me moví con soltura para entibiar tus dedos,
entre mi lengua animada, batir los diestros…

Te besé con flujo en mi candente afecto
y a mis pechos desnudos llevé tu rostro bello,
así en tu nariz adherida a mi pezón erecto
te di calidez, desentumí tu miembro, yerto…

Donde tanto hielo – estupefacto- se vio arder gimiendo…

Con los ojos cerrados y la lengua en mis pechos,
pasmado todo, hasta el sobrecogido tiempo,
el semáforo atento cambió de luz
- y al ver ese rojo entrecejos-
nos dimos cuenta que la ciudad aturdida pero contenta
era testigo glacial ya derretido ante nuestro ardor bestial…

Y así fue que aquel congelado día de junio
hasta el tráfico cautivado entre las arterias quedó mudo,
prendido de tus labios, arrancando mi pezón tibio y desnudo.

Inocente pájaro

Asomaba su plumaje real,
sabiéndose bello y supremo
entre las ruinas, muros adornados
con esculturas de mujeres y hombres
celebrando el amor, divino sexo.

Regalándoles su más preciado canto,
eufórico y complaciente,
como si fueran capaces de sentirlo
y festejarle el gesto,
se quedó acompañando la caída del Sol.

¡Ah, si la música viajase en el tiempo!,
encontraría oidores más atentos,
no aquellos dioses de mirada perdida
y corazón de piedra.
Ni el templo está habitado,
ni hay respuesta para tu canto,
inocente pájaro:
¡tus plumas ya no son reales,
y tu sangre se la llevó
el pasado!

La muerte en el instante X


Y es que morimos de a poco
casi sin darnos cuenta

En un instante X
el cuerpo da señales
que la mente está dispuesta
a aceptar como ciertas

Entonces dejamos de latir

de sentir

y ella sin clemencia

acecha

lunes

Satisfecha ignorante del sexo


Ayer altiva portaba
un alegre y sexual estandarte
adecuado a mi uniforme de gala,
al idilio cautivante.
Escarchado y conjurado
en mi afino de leyenda,
estructura aseverada
de prestigio y pertinencia.
En la forma era exacto
preparando acoplamientos
y de alianzas no había extremos
al borde insatisfechos.
Ortodoxo de indecencia;
de ocasión acomodado…
Fresco y limpio, acallado;
sin brete y orientado.
Ese era mi pendón,
que acaudalada lideraba
adherida a la batalla
de ser perfecta abanderada,
ubicada al eje
en el afán rijoso de insigne salaz,
dando a placer:
suntuoso o urbano;
burdel suspicaz.
Hoy me mofo centelleante
¡Creía ser más que candela al arder!
y entre orgasmos aturdidos, evidentes,
de ingenua ¡ahora relumbrante!
me dejó un turbulento Alado irreverente,
al nuevo paraje, mojada hasta amanecer,
donde aprendiz desnuda me encuentro,
desorientada ya, inmoral e intemperante…
Satisfecha ignorante al sentirle,
virtuoso y maestro del sexo, amante I




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