los mil microsegundos que anteceden al latido
gritan tras sus puertas semi abiertas
que te quieren de vuelta
que el estertor de las pulsadas te requiere
para fluir como aroma por las venas
yo me callo
la languidez supera
los anhelos del pecho.
1 comentario:
Es increible como a veces una prosa, que estoy seguro que no nace del intelecto, sino del alma, puede evidenciar la angustia, la resignación, la esperanza. Maravillosa Melquiades, maravillosa. Mi admiración.
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