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ensayo para la soledad ausente
Hay vientos frescos en la Alameda
un capuccino amargo colmado de canela
una banca en la sombra
y un mundo sin hermosas miradas
ni deliciosas curvas
sombre el asfalto frío.
Y si se siente frío
se calienta el ambiente
con Mazurca para dos muertos
de Camilo José Cela.
Y si sobreviene lo ausente
siempre queda un ensayo
como recurso holgado -hasta la muerte-
para hacerse "el fuerte"
antes de compartir la soledad
y prevenir...
el olvido que viene.
1 comentario:
no siempre la soledad es olvido,puede ser pasion contenida,falta de valor frente al amor...un abrazo
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